Por qué
o
para qué
he de conservar mi nombre?
Si podría llamarme
aspaviento ecuatorial en tiempos de lluvia
metamorfosis subterránea periférica
vaho de dedos que aguantan calor de plato recién salido de horno
estranguladora de granito vertical con punta
1989
zaguán de veleidades
devota del destiempo
cotización de escapatorias
Ersilia
perrubia en crin de unicornio con tres patas
filosofía de trenzas de zapato
polvorosa
mosaico bateado a primera
delta en retroceso
paladar acrílico
carretera anfibia
celosía de razones
atril de medias tintas
armisticio solicitado en discoteca
sismo de despedida en el estrecho de Gibraltar
columpio que cuelga de humores vítreos
encartado lunar al mediodía
alucinaciones de reojo
sudor de puente
coxis de isla
pectoral olímpico
espíritu portátil
piedritas al trote
2 comentarios:
¡qué linda!
¡qué alegría volver a leerte!
«Alucinaciones de reojo»
Veloces.
A veces mi alma se adelanta, y advierte a los huesos el paso de esas luces.
Somos presentimientos.
Laura
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