en vano ausculto tus andares
no hay voz a esta hora
pendo,
con un manto de sol en la cabeza
nardos y semillas de mostaza
los dientes apretados
la densidad del Tiempo Perfecto me sostiene
me remite al cardumen de tus ojos
me ordena hacer la siesta
mientras mi perro me suple en busca de caminos
sueño un valle antiguo de puertas muy estrechas
custodiadas por gendarmes
camaleones de la paz
por las ventanas inmensas
sopla la brisa
en ella va mi polen amarillo a sembrarse en tus pestañas
cuando despiertes
sentenciarán medialunas de oro sobre la tierra trasnochada
acopladas las dos concavidades
en ánfora de pétalos
capullo
génesis de fronda en primavera
entonces,
todo habrá terminado
y todo,
estará por comenzar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario