Digo "-de nuevo- " porque la semana pasada asistí al conversatorio realizado en ese mismo espacio de Los Rosales a propósito de la exposición "Afianzar".
Da gusto ver cómo en ese ámbito, independientemente de los temas, de las preocupaciones individuales y de la manera particular de cada quien para abordarlas, se está reflexionando acerca de la fotografía y se está buscando, en algunos casos con muchísima seriedad.
El mensaje final de la moderadora del encuentro, Lorena González, fue relativo a la importancia de tomar posiciones y atrevernos a decir, sobre todo ante la situación actual que vive nuestro país.
Esto se vincula directamente con la llegada de "Laberinto de Miradas", donde la fotografía documental recurre a otros planteamientos a nivel visual para llegar al espectador en un mundo atiborrado de imágenes a las que estamos acostumbrados y así denunciar cuestiones relativas a la libertad y los derechos humanos.
Me pregunto varias cosas:
Cómo podemos bajar nuestro umbral de asombro?
Será que tenemos que regresar a imágenes que no agredan visualmente al espectador?
Será que la reflexión debe suscitarse a través de imágenes "bellas" y no más a través del impacto de imágenes cruentas o demasiado "fuertes" que se incorporan a nuestro inconsciente sin digestión alguna?
Será esta manera abiertamente violenta de presentar la realidad fuente de más violencia?
Se me mezclan muchas cosas aquí pero sí creo que parte de la ética del fotógrafo está en el lenguaje o el vocabulario estético que utiliza para transmitir su mensaje.
Lo siniestro también puede ser hermoso.
Los invito a visitar www.laberintodemiradas.net y a estar pendientes de lo que suceda en la ONG.
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